jueves, 10 de febrero de 2011

Lectura 4

El siglo XXI, el gran siglo, de innovaciones tecnológicas y de los grandes avances científicos, pero con una gran deficiencia, la forma en que se enseña. Se ha llevado a cabo a lo largo de varios años un programa o modo de educar denominado "conductismo", que ve la educación como un logro o producto, pero donde no se especifica realmente cual es ese logro o producto y solo se reduce a la transmisión de conceptos.
      
          Pues bien, ciertamente este modelo de enseñanza no ha dado muy buenos resultados, ya que la educación va por los suelos, por lo que se ha visto la necesidad de crear otro modelo, el de Estructura Comunicativa, con un alto grado de constructivismo por parte del alumno, es decir, el alumno debe construir o construye su educación, pero aquí la importancia, siempre con el apoyo del profesor, quien debe promover una capacidad practica e el salón de clases, en otras palabras, es traducible al grado de ajuste que consiga el profesor, de las capacidades del alumno con las actividades dentro del aula.

           Ademas de la definición del profesor mencionada antes, la teoría constructivista, tiene otros dos postulados, "Finalidad en la enseñanza" y estrategia de enseñanza". en cuanto a la primera, la enseñanza no puede quedarse en el simple transmitir u otorgar el concepto de algún termino, sino debe estar dotada siempre de un sentido, y en cuanto a la segunda, es cierto que debe haber una estrategia, programada por el profesor, para hacer este proceso de aprendizaje efectivo.

           Remontémonos ahora a la época clásica, a los tiempos de las polis griegas, donde destacan las ideas del gran filosofo Platón, que si bien podría verse enfrascado única y exclusivamente en la búsqueda de un estado ideal, lo busca desde sus orígenes, no se queda de modo superficial en dictar sentencias para llegar a ese estado, sino que descubre que el estado esta integrado por individuos y que es desde este nivel de donde se debe partir, y que mejor manera que a través de la "formación de los hombres". Esta formación es trasmitida a sus alumnos ideales ( Glaucón y Adimanto) por medio del dialogo - una forma ubicada entre la filosofía y la poesía- que tiene como objetivo el aprendizaje de la justicia, que no es otra cosa que querer el bien.
        
            Platón y todos los verdaderos filósofos, criticaron en su momento a los denominados sofistas debido a que ellos- los filósofos- consideraban que éstos no buscaban el conocimiento de la verdad, es decir, la sabiduría, sino que solo estaban interesados en la presunción de sus conocimientos a través de una falsa enseñanza, donde como dije antes, solo se transmiten conceptos, y eso es justamente lo que en nuestros días se vive, el profesor se ha convertido en un sofista únicamente interesado en transmitir conceptos. Hoy en nuestros días se no educa solo para ser buenos estudiantes, para pasar exámenes y sacar diez, dejando de lado la educación del carácter y del juicio moral, que Aristóteles decía: el habito en acciones virtuosas es imprescindible para la formación del carácter. Por lo tanto, si se educa sobre estos dos principios se llegara a formar- como quería Platón- buenos ciudadanos y no solo buenos estudiantes.

           Pero, de que manera se puede educar en el carácter y el juicio moral, pues básicamente bajo dos principios, utilizar el potencial creativo e implementar la imitación de "buenos ejemplos" por los estudiantes; esto fácilmente realizable a través de la buena literatura - la novela, principalmente- dado que en este tipo de narrativa, el estudiante puede sentirse identificado con el personaje y hacer de el o de otro personaje un ejemplo a seguir, aunando además que por medio de la literatura el aprendizaje llega a tocar fibras sensibles en el estudiante, haciendo con esto que aprenda valores para la sana y efectiva convivencia en el espacio educativo pero de un modo que no se ve como imposición por parte del maestro, sino como un quiero hacerlo. En fin, seria bueno implementar estas alternativas con tintes platónicas y ver que resultados se obtienen, pero muy a mi juicio, seria un gran avance si se dejara atrás el sofismo y se dejara mas libertad a la propia mente del alumno, por que se lograría nuevamente la humanización de él y de los que lo rodean trayendo consigo una mejora no solo en la escuela sino en la sociedad misma.

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo que la participación del alumno debe ser constructivista y siempre de la mano del profesor, ademas que las necesidades de hoy en día requieren que esta relación sea mas comunicativa.
    Felicidades por retomar todo lo dicho por Platón.

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  2. Renato:
    Me agrada lo de incrementa la lectura de la narrativa de tipo novelistico, claramente este genero permite al estudiante viajar e imaginar; como tu lo mencionas en la parte superior
    :D!

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